
10 beneficios del conocimiento compartido en despachos de abogados
Grandes multinacionales como Apple, Google o Amazon ya saben muy bien los beneficios de promover la cultura del conocimiento compartido como parte estratégica de sus organizaciones.
Atrás queda ya la concepción de que mi conocimiento es mío y de nadie más, porque son las propias organizaciones las que incentivan la creación de una base común de conocimiento que sea accesible para todos, que contribuya a mejorar la experiencia de trabajar de forma colaborativa y que repercuta positivamente en los principales indicadores de las empresas va a acabar por imponerse dados sus innegables beneficios para cualquier despacho de abogados o servicios legales.
Comenzarán unos pocos pioneros, como suele ser costumbre, quienes irán abriendo camino apostando por la cultura colaborativa. Poco a poco y a medida que vaya cayendo un mito tras otro, la colaboración entre abogados (y otros profesionales del sector jurídico) será una realidad indiscutible. Miraremos atrás y todo lo que hoy damos por hecho nos parecerá cosa del pasado.
Supongamos que dirigimos una firma de servicios legales formada por más de cincuenta profesionales en constante colecta de información de alto valor para el desarrollo de su actividad individual (producto del aprendizaje continuo que todo buen profesional debe perseguir dentro de su actividad). ¿Qué beneficios tendría la integración, dentro de dicha firma de servicios legales, una plataforma colaborativo donde cada individuo, de forma independiente, puede almacenar, distribuir y dar visibilidad a toda pieza de información que pueda llegar a considerar de valor para el colectivo?
Al menos diez beneficios remarcables:
1. Facilidad total para la colaboración.
No disponer de un espacio accesible para la colaboración y el trabajo conjunto es una de las principales razones por las que todo el conocimiento generado por la organización se permite quedar almacenado en cada individuo en lugar de ser aprovechado por el colectivo (donde el propio individuo encuentra la recompensa a su actitud colaborativa). Cuando se pone un espacio cómodo, práctico y fácil de usar a disposición de cada componente, la colaboración empieza a fluir.
2. Una más ágil toma de decisiones.
Cuando contamos con información que previamente ha sido procesada por otras personas de nuestro entorno, la toma de decisiones se vuelve increíblemente más rápida, damos menos vueltas y podemos concentrar nuestro tiempo y esfuerzo en lo que realmente supone más valor para nuestro trabajo.
3. Facilita que la innovación sea cosa de todos.
Cuando tenemos un espacio donde la colaboración se estimula y la respuesta es positiva, toda aquella información que pasa del individuo al conocimiento colectivo facilita que los pasos adelante que dan unos pocos en innovación sean rápidamente adoptados por el resto. Puede ser una nueva herramienta que facilita la gestión de documentos, un evento mensual donde resulta factible conseguir buenos clientes o la recomendación sobre cómo enfocar un discurso en un juzgado en particular.
4. Personal involucrado = mayor sentimiento de pertenencia.
Si se facilita una estructura que incentive la puesta en común de conocimiento y experiencias, el sentimiento de pertenencia dentro del despacho se verá reforzado. Dentro de una profesión históricamente individualista, contar con embajadores de la marca dentro de la propia organización es un valor añadido que no debe dejar de valorarse.
5. Maximiza la aportación de cada componente al colectivo.
A través de una plataforma colaborativa estamos dando pie que perfiles que pueden estar pasando desapercibidos puedan destacar posicionándose en base a su aportación al colectivo. Con un adecuado sistema de recompensas, esta voluntad de aportar y conseguir visibilidad se puede convertir en un potente motor del conocimiento colectivo desde cualquier tipo de perfil dentro del despacho.
6. Ayuda a no caer en los mismos errores.
La mejora continua es uno de los principales beneficios de la cultura del conocimiento compartido y la colaboración entre abogados. Si algo no funciona, es esencial que exista un espacio donde quede convenientemente informado de cara al resto de componentes de la comunidad.
7. Minimiza las barreras jerárquicas tradicionales.
Al crear un entorno de igual donde la comunicación y el aporte de información se ve incentivado por la organización, las barreras habituales pierden fuerza en favor de una mayor conexión entre los componentes del despacho de abogados. Puede ser la oportunidad perfecta para que los empleados más junior tengan un mayor acercamiento hacia los perfiles más senior dentro de la compañía y viceversa.
8. Nos ayuda a identificar diamantes en bruto.
Porque la persona con el perfil más junior de todo el despacho puede tener mucho que enseñar en materias específicas en las que los perfiles más senior podrían necesitar una actualización. En un entorno de comunicación abierta donde una vez más, se estimula la comunicación desde todos y entre todos los niveles, la posibilidad de identificar diamantes en bruto es mucho mayor.
9. Contribuye a reducir las fugas de conocimiento.
De cara a no perder la valiosa información que obra en poder de las personas que abandonen el barco por cualquier motivo, mantener una red de conocimiento compartido es la mejor forma de aprovechar ese conocimiento de alto valor.
10. Refuerza el desarrollo de las habilidades individuales.
Cuando un componente del despacho comparte una de sus habilidades (por ejemplo, proponiendo una formación de una hora sobre cómo mejorar las habilidades de oratoria), esto no solo contribuye a posicionar su perfil como experto en la materia, sino que contribuye a que el resto del colectivo también perfeccione dicha habilidad. Finalmente, tenemos un creador de expertos en materias de las más diversas.
La gestión del conocimiento por parte del colectivo y para el beneficio del colectivo es ya parte de la estrategia de compañías en todo el mundo. En el sector de la abogacía, aquellas firmas de servicios legales que exploren nuevas formas de conocimiento e incentiven la organización del conocimiento ya existente serán las que despunten sobre el resto tomando ventaja del poder del conocimiento compartido.